Mi primera máquina fue esta. Sí, de juguete, pero no tanto, porque como te pillara la aguja, te destrozaba el dedo, iba a pilas y hacia un ruido infernal. La foto no es mía, la he sacado de Google Images, pero era exactamente así, la misma caja y el mismo color.
Recuerdo que cuando mi madre se ponía con la suya, yo me ponía con la mía, con la diferencia de que la mía no tenia canilla y no cosía... hacía un pespunte pero cuando tirabas del hilo... ¡todo se iba a la porra!
Eso sí, tenia hasta su regulador de tensión y se enhebraba casi de la misma forma que su maquina de cabeza negra. Tremendamente realista a la par que peligrosa.
Recuerdos maravillosos. Por aquel entonces no me podía imaginar lo que me iba a gustar coser.
¡Gracias por leerme y hasta el próximo post!
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