Cada perro, al igual que las personas, posee distinta tolerancia al frío o al calor. Existen multitud de razas y sus mezclas con morfología diferente. Sabemos que no es lo mismo un husky siberiano que un galgo, dos razas completamente distintas, pero de la misma especie (canis lupus familiaris). Mientras un perro nórdico es capaz de mantener su calor corporal gracias a su capa de grasa y el doble manto de su pelaje, un lebrel no.
Teniendo esto claro, antes de plantearte la elección, deberías hacerte la siguiente pregunta: ¿realmente mi perro necesita un abrigo? Si tu perro tiene pelo corto, poca grasa corporal, es cachorro, adulto, mayor o tiene problemas de salud la respuesta es SÍ.
CÓMO ELEGIR UN ABRIGO PARA MI PERRO:
Existen el mercado multitud de abrigos para perro, de distintas calidades y diseños. Pero lo que debes pararte a pensar es: si fuera para ti ¿qué características te gustaría que tuviera?
- Que sea cómodo
- Que pese poco y abrigue mucho
- Fácil de poner y quitar
- Fácil de abrochar
- Fácil de mantener
- Impermeable
- Adecuado a la actividad a realizar
- Relación calidad - precio
- Bonito
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| Fuente: nuncajamascocker.blogspot.com |
Si te fijas, he puesto en primer lugar la comodidad y en último que sea bonito, parece obvio, ¿verdad? Por desgracia, muchas veces, a la hora de invertir nuestro dinero en un producto, nos guiamos por la vista. A veces compramos prendas para nosotros porque nos parecen chulas y vistosas, y a la larga, nos molestan, nos rozan o nos limitan el movimiento. En definitiva, nos desagradan.
Con nuestros perros pasa igual, ya sea un arnés, un collar o un abrigo, es de vital importancia el concepto de ergonomía que, aunque esté destinado a personas, cada vez está más presente en el ámbito del perro: nuestro perro no se tiene que adaptar al objeto, es el objeto el que se tiene que adaptar a nuestro perro.
El modelo de abrigo que se adapta mejor el cuerpo de nuestro perro, será siempre el que no le impida ningún movimiento, pero sobretodo
que limite el movimiento de la escápula y el húmero lo menos posible. Además, su colocación deberá ser la más sencila y que evite la manipulación excesiva de nuestro compañero.
Como norma general, los abrigos que cumplen estas características, suelen estar compuestos de dos partes, la parte del lomo y la parte del pecho. Esta última es la que da sujeción a todo el conjunto y tiene que estar lo suficientemente escotada para que al andar no se le bloqueen las patas delanteras.
En cuanto a tipo de tejidos, existen hoy en día gran cantidad de posibilidades. Normalmente nos encontraremos abrigos con un forro interior
polar o minky, muy suave al tacto, ligero y elástico que se adaptará muy bien al cuerpo de nuestro perro.
Referente a la cobertura del abrigo, encontraremos dos opciones, impermeable y no impermeable. En las dos modalidades existen infinidad de opciones, pero la más adecuada a elegir es un tejido
ripstop, cuya una trama impide el desgarro.
Teniendo en cuenta la actividad de nuestro compañero y el tipo de clima deberás tener en cuenta las prestaciones de la prenda que vayas a adquirir: un jersey no es apto para la nieve y un abrigo tampoco lo es para correr entre matorrales. Pero sobretodo ten paciencia con tu amigo, no todos los perros se adaptan a llevar una prenda, positiviza el momento en que vayas a ponerle su abrigo para que no sea una experiencia traumática para los dos.
¡Gracias por leerme y hasta el próximo post!
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